PRIMER TERCIO:
Es la primera parte de la lidia, desde que el toro sale de los corrales.
El torero se encarga de recibir al toro y darle los primeros pases para conocer un poco al animal.
Después ya se encarga el matador de comenzar la faena, que después de darle unos pases solicitará al presidente las presencia de los picadores, los cuales le darán un mínimo de dos puyazos, para "suavizar" un poco al toro.
Una vez picado el torero le dará unos últimos pases y solicitará al presidente el cambio de tercio.
SEGUNDO TERCIO:
También llamado tercio de banderillas, es uno de los más espectaculares de la corrida.
Este tercio lo llevan a cabo los subalternos, aunque también hay matadores que se encargan de realizarlo.
Esta suerte se realiza tres veces, el torero se enfrenta al animal sólo con un par de banderillas y debe ponérselas en el lomo, con la peligrosidad que esto conlleva.
En alguna ocasión el diestro suele pedir a las autoridades la posibilidad de poner un cuarto par.
Son muchas las formas de poner las banderillas, desde sentado en una silla, citándole desde las tablas hasta el llamado violín que consiste en poner las dos banderillas con una sola mano.
TERCER TERCIO:
El último tercio de la lidia es en el cual el torero se juega el ser o no ser, que su faena pase a la historia o que no signifique nada.
Aquí el matador torea con la muleta y la espada. Una vez que ya ha cansado lo suficiente al toro se procederá al último acto, la muerte del toro, para ello utilizará el estoque.
Es el momento más peligroso ya que el torero debe preparar bien al toro para que no haya problemas.